jueves, 14 de febrero de 2013

14 de Febrero

He leído tantos mensajes de San Valentín en las redes sociales que me he deprimido. ¿Qué le pasa a la humanidad? ¿Por qué esperan un día concreto para airear sus sentimientos?

365 días en un año, y en un día pretenden representar en tres líneas lo primero que se les ocurre... Lo cual es raro, ya que han contado con 364 días para pensarse a fondo las tonterías que sueltan por los codos.
Promesas vanas, mentiras disfrazadas, frases sin sentido y con más faltas de ortografía de las que pueda cometer Esperanza Aguirre.

Un día en el que la chabacanería alcanza su apogeo y en el que las parejas deciden estar más enamoradas que nunca.

La leyenda de San Valentín la podéis encontrar en Google, como todo lo demás, en la que se cuentan hechos tan absurdos que , como cuando se pela una cebolla, te entran ganas de llorar.

La vida no está basada en una película de los ochenta en la que aparecerá por sorpresa alguien sujetando un radiocassette bajo tu ventana, ni nadie alzará el puño al cielo cuándo consiga a la persona que quería, nadie se pondrá a pasear a su pareja conduciendo un cortacésped, y sería un hecho increíble que alguien esperara con el motor del coche encendido fuera de la iglesia... Realidad, un duro golpe.

Así es que, llegados a este punto sólo me queda por decir que aquel que decida formar parte del tópico, está en su derecho de hacer algo ridículo el 14 de Febrero.

No hay comentarios:

Publicar un comentario