La infancia es algo indefinible, ya que para cada persona ha sido diferente, lo único invariable es que nunca nos abandona.
Siempre nos acompaña a lo largo y ancho de nuestra vida, por muy madura que sea una persona puede reaccionar de manera infantil en cualquier momento y eso no tiene porqué ser algo malo.
Aquellas personas que recuerdan lo bueno de su niñez son las que viven felizmente para siempre, porque como se ha dicho siempre "el momento es efímero, el recuerdo es eterno"... No hay mejor forma de recordar esos momentos que reviviéndolos. Bien sea sentándose a ver una película de Disney o bien jugando al escondite. Para algunos, ambas cosas pueden parecer ridículas, para otros son las puertas hacia Narnia, un viaje al País de Nunca Jamás o una travesía por el País de las Maravillas.
Para mí, son momentos que nadie podrá quitarme, es una vuelta a la pura felicidad, y pueden decir misa que como se suele decir: "No me quitarán lo bailao".
Quizás, el intentar ser niños otra vez es una vía de escape de la rutina, o simplemente por capricho, unos lo llamaran inmadurez, otros lo llamarán pérdida de tiempo... Pero gente, no cuento con un DeLorean que pueda llevarme al pasado, así que me conformaré con lo que pueda hacer.
Y sí, es una liberación, es divertido, es único...
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