Acabo
de ver por milésima vez la película El Club de los Cinco,
para aquellos que ignoran el argumento de éste clásico de 1985,
aquí os dejo unas pocas líneas que lo resumen: Cuenta la historia
de cinco alumnos de instituto que se ven encerrados un Sábado en la
sala de castigo. No podían ser más opuestos entre ellos; la
princesita, el atleta, el cerebro, el criminal y la irresponsable...
Al final todos comparten más de lo que en un principio esperaban,
creando así el club de los cinco... La recomiendo.
Ahora,
ver esta película me ha llevado a pensar en la soledad, que es
precisamente de lo que la película no trata, al menos no
principalmente. Me ha recordado que la vida es una lección, además de un
regalo.
En
mi caso, me ha enseñado a intentar no mostrarme débil ante los
demás, cosa que a veces no puedo evitar, bien sea por mi signo del
zodiaco, cosa que no creo, o bien porque dejo que me afecte más de
lo necesario.
Se
puede decir que me ha pasado de casi todo, y eso me ha ayudado a
hacer frente a situaciones a las que no todos están acostumbrados...
Me he dado cuenta que cuánto más tiempo lloriqueas y te quejas,
menos tiempo tienes para superar los problemas.
Me
han insultado, dejado de lado y se han referido a mí con palabras
que no se encuentran en la RAE, pero de esa forma he aprendido que
siempre hay alguien, y repito SIEMPRE hay alguien que se preocupa por
ti, que te ayudará a hacer frente a los problemas y que buscará
soluciones cuándo tu estés demasiado cansado para hacerlo.
Dejando
a un lado a aquellos que intentan hundirte, gente con más caras que
un icosaedro, gente que no escatimará en ideas a la hora de hacerte
daño, contamos con un ángel de la guarda al que no debemos dar por
sentado.
Cómo
podéis ver, creo que un poco de relación con el argumento de la
película sí que tenía... El objetivo es el mismo: recordarnos que
aunque una batalla se sienta perdida, una idea, un pequeño acto
puede ser el motivo por el que decidamos seguir luchando...
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